Luego del juego en el
que Rionegro Águilas derrotara a Once Caldas por la mínima diferencia, se
presentó un hecho polémico, que motivó la expulsión directa del arquero del
cuatro antioqueño Lucero Álvarez.
Las dudas sobre el
episodio fueron relatadas por el técnico del Once Caldas, Hubert Bodhert en
rueda de prensa. El estratega relató que el guardamenta había incurrido en
actos de racismo contra un juvenil del equipo manizaleño.
El orientador de la
divisa caldense señaló que el portero uruguayo tuvo palabras discriminatorias
hacia Johan Carbonero, futbolista canterano, lo cual generó una gran molestia
en todo el plantel.
“Todo el partido el
señor Lucero cogió a Carbonero; le dice ‘negro…’. Lo insultó. Me acerqué y le
dije que respetara. Aquí no van a venir extranjeros a maltratarnos. Nosotros
somos negros a mucho honor, estamos orgullosos de ser negros. No pueden venir a
maltratar un chico de 20 años”, aseguró Bodhert, antes de cruzar palabras con
Fernando Salazar, presidente de Rionegro.
“Venga presidente,
hablemos aquí. Respéteme”, alegó el entrenador del Once Caldas mientras Salazar
le recriminaba por su denuncia y le preguntaba por qué insultaba los jugadores.
Luego, en
declaraciones a un medio local, Álvarez entregó su versión sobre lo sucedido,
manifestando que fue bien expulsado porque respondió a los insultos de Hubert
Bodhert. Sin embargo desmintió que hubiese incurrido en los actos racistas o
xenófobos de los que se le acusan; señalando que lleva varios años en Colombia
y nunca ha tenido este tipo de problemas.
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