En lo corrido de
2018, el precio de la gasolina ha incrementado alrededor de $530, lo que ha
llevado el costo del combustible, en varias ciudades, muy cerca de los $9.500.
Frente a este
panorama, la Federación Nacional de Distribuidores de Combustibles y
Energéticos (Fendipetróleo) manifestó que es bastante factible que el precio de
la gasolina siga aumentando en los próximos meses, por lo que al finalizar el
año podría alcanzar los $10.000.
Tenemos una alta
posibilidad de llegar a los $10.000 porque dependemos de unos precios
internacionales, precios de oportunidad, de acuerdo al costo del barril del
petróleo que está alrededor de los US$82”, explicó Henry Ruiz, presidente del
gremio.
El Ministerio de
Minas y Energía decretó que los precios de los combustibles subieran más de
$100 para octubre debido a las alzas registradas en el mercado internacional
del barril de crudo y al aumento en el precio del dólar que superó la barrera
de los $3.000.
Este escenario no es
muy alentador para el sector de los distribuidores, pues podría llevar a que se
disminuya el consumo de gasolina por parte de los propietarios de vehículos
particulares.
“Vamos a tener
desmotivación en el consumidor para mover sus vehículos porque pagar un galón
cercano a los $10.000 realmente afecta el bolsillo de cada uno de los
conductores”, indicó el dirigente gremial.
Según cifras de
Fendipetroleo, el gran mercado de los automóviles particulares se encuentra en
el segmento de clase media y media alta, por lo que estos aumentos generan un
golpe a la canasta familiar.
Además, se pueden
generar alzas en los precios de varios productos debido a que con cada
incremento en el precio del combustible, se elevan los costos asociados al
transporte de los mismos.
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