“Tuvimos una discusión con la familia de él, yo me quería regresar a la Costa y en ese momento él tenía la niña, y la verdad es que no sabemos para dónde cogió”. Con este angustioso relato, Yudis Pereira le pedía ayuda a las autoridades para que le colaboraran en la búsqueda de su pequeña María José, de cuatro meses de nacida.
Su pareja
sentimental, Alexander Ospina Castro, había salido de la vivienda, ubicada en
zona rural del municipio de Chía (Cundinamarca) con la niña en brazos en la
mañana del pasado sábado 17 de febrero con rumbo desconocido.
“La gente dice que él
llegó a un billar a pedir plata prestada; pero se dicen muchas cosas; hay
muchos rumores, de todas formas dicen que llegó sin la niña”. Desde ese
momento, las autoridades iniciaron un operativo de búsqueda para ubicar al
hombre y a la menor de edad.
Sin embargo, pese a
las múltiples versiones de los vecinos del sector, las pistas eran escasas.
Esto motivó a las autoridades a ofrecer una recompensa de 20 millones de pesos
por información que permitiera dar con la captura de este hombre, que parecía que
se lo había tragado la tierra.
En la noche del
pasado lunes, la Policía recibió una llamada que daba una luz de esperanza para
encontrar a la menor. En ese momento, agentes del Gaula de la Policía y las
Unidades de Investigación Criminal desplegaron un gigantesco operativo para
llegar a una vereda ubicada a dos horas del municipio de San Carlos de Guaroa,
en el departamento del Meta.
En ese lugar, fue
encontrado Alexander Ospina. Vestía un buzo de color gris oscuro, un jean
desteñido, tenía el rostro sucio, ojeras, barba larga y pelo desordenado.
Reconoció que iba rumbo a San José de Guaviare.
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