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jueves, 17 de enero de 2019

¿EL AMOR JUSTIFICA LA VIOLENCIA?



El caso de violencia de pareja que Gustavo Rugeles y Marcela González han puesto en el escenario público, ha generado un debate complejo por la forma en que se ha desarrollado el hecho.
Recientemente, González ofreció unas declaraciones en las que aseguró que Rugeles la golpeó y que uno de los episodios de violencia recientes fue el pasado 9 de enero del año que corre.
Sin embargo, el punto clave que ha generado la discusión, en este caso en las redes sociales, es que en la entrevista la joven llegó a minimizar las agresiones sufridas, al decir que el significado de su pareja y un eventual cambio de la misma pesaban más ante las dificultades.
En este contexto, Linda Cabrera, subdirectora de Sisma Mujer, expuso su punto de vista sobre este tipo de casos, que, a su juicio, no salen de la categoría de violencia contra la mujer.
"Hay que trata de salir del caso particular y ver el tema de violencia contra la mujer de manera más global, -aquí se trata de- unas relaciones de poder (...) son casos muy precisos, no son malos momentos, son casos de violencia contra la mujer", declaró Cabrera.
Al reiterar que en el caso de González y Rugeles hay una relación de poder muy fuerte, dijo que en algunos escenarios las mujeres "sobredimensionan a los agresores (...) no es el primero ni el único agresor que ha usado este argumento, que lo denuncia, que lo van a lastimar, que es una persona importante".
De igual forma, dijo que es importante que las personas afectadas sepan salir de su problemática, señalando especialmente a las mujeres, "que vivimos miles de casos como estos".
"Las personas que han vivido una situación de violencia lo saben (...) hay un ciclo de violencia que puede terminar en feminicidio", aseveró.
Por otra parte, y al ser cuestionada sobre el papel del estado en estos casos, dijo que "tiene la obligación de investigar este tipo de hechos y -en este caso específico- proteger a la mujer".
"Esto se ha debatido por años (...) en el -marco del- sonado caso del Bolillo Gómez, salió una ley que se llamó la Ley Bolillo, la 1542 (...) en esa ley se recogía esa problemática y se decía que las investigaciones de este tipo tienen que ser adelantadas de oficio porque es un asunto público, es un asunto de Estado", detalló, agregando que muchas veces, a falta de denuncia o en casos particulares como el de Marcela González, se puede gestar un feminicidio.
Finalmente, dijo que González "necesita acompañamiento psicológico (...) es notable que no hay un solo episodio sino un ciclo permanente de violencia que tiene unos efectos (...) la mujer puede no actuar, pero hay unas características que deben ser investigadas".

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