Aunque apareció en el
mercado mundial hace 27 años, el condón femenino aún no ha llegado a Colombia y
una gran mayoría de mujeres desconoce que existe o cómo se usa.
Mientras que varias
ONG reclaman garantías al derecho de las mujeres para auto protegerse de
enfermedades de transmisión sexual o evitar el embarazo, las autoridades de
salud señalan que la ausencia del dispositivo corresponde a una razón de tipo
comercial.
Un recorrido por
droguerías independientes y de cadena muestra el mismo panorama frente a la
consecución de condones femeninos.
“No hay y tampoco hay
demanda precisamente porque los pocos que preguntan, nunca los consiguen. Aquí
en Colombia no hay condones femeninos”, asegura Marisol Fuerte, auxiliar de
farmacia.
La socióloga Mayerlin
Vera, coordinadora de la Red de Mujeres Tejiendo Vida, señala que “muchísimas
mujeres desconocen el condón porque no se generan los medios que permitan
comprender que la autonomía de las mujeres está atravesada en el hecho de poder
acceder a un condón femenino”.
Incluso, según la
socióloga, ni siquiera las empresas prestadoras de salud en Colombia han
facilitado la promoción en el uso del condón femenino como una estrategia de
prevención de enfermedades y del embarazo.
Ricardo Luque, asesor
de la dirección de promoción y prevención del Ministerio de Salud y Protección
Social, explica que “los posibles proveedores del condón femenino o
comercializadores no han solicitado frente al Invima un registro sanitario y,
desde ese punto de vista, no hay una oferta en Colombia. Hay un tema de costos
que desanima a muchos de los posibles proveedores”.
Es un tema de tipo
comercial, según el asesor del Ministerio de Salud y Protección Social, pues
por su valor, casi tres veces mayor al de un condón masculino, es posible que
los preservativos femeninos no se vendan fácilmente.
Una situación que
para la coordinadora de la Red de Mujeres Tejiendo Vida pone a los derechos de
las mujeres por debajo de los intereses comerciales privados pues “en la lógica
del mercado como tal, no se considera que las mujeres puedan ser un público
objetivo que permita una comercialización efectiva”.
Además de convertirse
en una barrera para enfermedades de transmisión sexual y para el embarazo, un
condón femenino, muchas veces imperceptible, no requiere una negociación de la mujer con su pareja, situación que
favorece su autonomía frente al sexo seguro.
Mientras no haya un
comercializador interesado en vender condones femeninos en Colombia, el
dispositivo hecho de un material denominado nitrilo, el más seguro del mercado,
no se conseguirá en el país.
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