James Martin ha
defendido, desde su posición de sacerdote jesuita, la integración de católicos
homosexuales, lesbianas, bisexuales y transgénero, por lo que ha recibido duros
ataques por parte de los sectores más conservadores de la iglesia. “Que se incluya una charla en el Encuentro
Mundial de las Familias que se titula 'Dando la bienvenida y mostrando respeto
en nuestras parroquias a las personas LGBT y sus familias' es un enorme paso”,
comentó el religioso en una entrevista a la AFP.
"Es un mensaje
para todos los católicos: el Vaticano considera a las personas de la comunidad
LGBT como miembros de la Iglesia", subraya Martin.
El próximo sábado y
domingo en Dublín, Irlanda, se celebrará la conferencia del jesuita de la
revista América, como parte de un ciclo de charlas del Encuentro Mundial de las
Familias. La visita del papa Francisco a Irlanda el fin de semana para defender
la familia tradicional revivió el debate sobre las parejas homosexuales, sobre
cómo incluirlas entre el rebaño de los católicos y sobre cómo las considera el
catecismo católico. Por ello, organizaciones militantes como la Red Global Arco
Iris Católicos, que reúne a las asociaciones LGBT de todo el mundo, lamentaron
que no se les autorizara participar.
Martin ha sido
fuertemente criticado por varios obispos y cardenales ultraconservadores, el
jesuita evita polemizar con aquellos que piden que sea amonestado y que
inclusive le retiren la invitación a Dublín. "¿Qué tipo de jesuita sería
si dejo que el odio esparcido en Internet me impida hablar sobre la
compasión?", dice.
Este se trata de un
tema delicado, ya que la enseñanza oficial de la Iglesia dice que “la
inclinación homosexual es objetivamente un desorden”, y la actividad homosexual
“contraria a la naturaleza” además de rechazar el matrimonio de las parejas del
mismo sexo.
Las personas
homosexuales, incluidos los sacerdotes, son tolerados, pero se les exige ante
todo la "castidad", como a los heterosexuales. Las declaraciones del papa Francisco al
comienzo de su pontificado generaron muchas esperanzas entre los homosexuales
católicos cuando afirmó que "si una persona es homosexual y busca al Señor
con buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla?".
Sin embargo, los
homosexuales siguen siendo tratados como “leprosos”, lamenta padre Martin. “La
posición de Francisco sobre las relaciones homosexuales no representa un cambio
con respecto a la de sus predecesores, lo que ha cambiado es el tono, el
enfoque, el lenguaje”, explicó el sacerdote. Lea también: Papa acepta renuncia
del polémico jefe de la Iglesia irlandesa
"En los últimos
años he escuchado historias particularmente impactantes de personas LGBT que
son tratadas como basura, a menudo insultadas públicamente desde el púlpito y
también en forma privada", contó.
"No pongo en
duda las enseñanzas de la Iglesia sobre la homosexualidad. Pero debemos
reflexionar sobre el hecho de que tantos católicos LGBT han abandonado la
Iglesia", reconoce el religioso.
Francisco, el primer
papa que ha pronunciado la palabra "gay", es ante todo un "pontífice
compasivo, más que un progresista", afirma. "El papa tiende la mano a
los marginados de la sociedad (refugiados, migrantes, pobres) y quiere
integrarlos en la Iglesia, porque dentro de la Iglesia la más marginada es la
comunidad LGBT", recalcó.
El primer ministro
irlandés, Leo Varadkar, abiertamente homosexual y muy comprometido con el
referendo del 2015 a favor de la legalización del matrimonio homosexual
Irlanda, prometió que el sábado defenderá ante el papa Francisco la causa de
las familias formadas por homosexuales. Le puede interesar: Los escándalos de
pedofilia en la Iglesia católica
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