Alejandro Domínguez,
presidente de Conmebol, habló ante la prensa luego de la reunión con los dos
presidentes de Boca Juniors y River Plate donde discutieron el futuro de la
final de la Copa Libertadores 2018, teniendo en cuenta que se jugó ya el
partido de ida, pero aún no se ha disputado la vuelta por los desmanes que
ocurrieron el sábado pasado.
"El partido se
jugará fuera del territorio argentino porque no encontramos las condiciones ni
la seguridad necesaria para que se efectuara en el Monumental. El 8 o el 9 de
diciembre se disputará la final, sujeta a cambios dependiendo de lo que defina
el comité disciplinario de la Conmebol", aseguró Domínguez tras la charla
con los dos mandatarios de los clubes argentinos.
Asimismo, el
dirigente de la máxima institución del balompié de Sudamérica aprovechó para
volver a criticar lo que ocurrió previo a la final en el estadio el monumental,
cuando fanáticos de River le tiraron botellas al bus donde se transportaban los
futbolistas de Boca.
"La reunión fue
muy amena y voy a ser participe de lo que hablamos, a las familias del fútbol
quiero decirles que lo que se vivió este fin de semana no define el fútbol
sudamericano. Sin rival no hay fútbol. Estamos aquí porque el interés principal
es que se desarrolle el deporte", contó el paraguayo sobre los detalles
del encuentro.
El presidente de
Conmebol nuevamente enfatizó en que el deporte está por encima de los colores,
las camisetas y las pasiones, dejando claro que precisamente esto fue lo que le
pidió a D'onofrio y Angelici, presidentes de River y Boca respectivamente.
"Le pedí a los
dos presidentes independientemente de que ellos tienen que defender sus
instituciones, que el fútbol nos une y hay que mandar el mensaje correcto. No
se puede tolerar esto; si estamos pensando en que queremos algo mejor, no
podemos permitir de que esto se de. Mi pedido a los dos presidente es que el
fútbol se debe jugar en paz", concluyó.
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