A55 kilómetros de
Ibagué, en San Luis (Tolima), comenzó la formación como deportista de una de
las víctimas del atentado que se perpetró en la Escuela General Santander en
Bogotá. Su nombre, Hallam Bayona, cadete de dicha institución, quien fue parte
de la liga de atletismo de su departamento desde las categorías menores, antes
de comenzar su carrera en la Policía Nacional.
“Era una atleta con
unas condiciones excepcionales”, dijo Nelson Barragán, técnico de Hallam cuando
este se trasladó a la capital tolimense para entrenarse en las modalidades de 800
y 1.500 metros desde las categorías menores. Fue subcampeón nacional y
permanente convocado por su liga para las competencias en todo el país. Un
deportista consumado, en suma, que se “hizo querer de todos por su decencia,
por su disciplina y el amor que ponía en los entrenamientos”.
A la Escuela General
Santander llegó, gracias a dos de sus compañeras, la gemelas Martínez, Eliana y
Luisa, quienes acercaron su hoja de vida, luego que la propia liga de atletismo
realizara una carta de presentación que describiera al futuro cadete, campeón,
como era de esperarse, en los 800 metros ya como miembro de la institución.
“Asimilar este tipo
de situaciones no es fácil para nosotros. Los hemos visto formarse, al lado de
sus familias, al lado de sus compañeros de entrenamiento, con tanto esfuerzo y
tantas dificultades que tienen ellos para sobresalir”, dijo Nelson Barragán,
quien no tiene dudas que Hallam Bayona encontró en el deporte “una alternativa
para poder desarrollar su proyecto de vida”.
Para el entrenador
del deportista tolimense, “ver cómo se corta una vida y ver cómo se terminan
estos procesos, es muy triste”. Eso fue lo que pensó después del atentado que
quedará en la memoria del país y que dejó 21 víctimas mortales, de acuerdo a la
información que dieron las autoridades.
Si hay algo recalcan
en la liga de atletismo del Tolima cuando hablan de Hallam es su disciplina y
su seriedad a la hora de formarse como deportista mientras estuvo en Ibagué.
Así lo recuerda Barragán, quien también destacó “su nobleza. Él era cumplidor
de todas las tareas que poníamos en el estadio”, tal como sucedió cuando fue
desmontada la pista de atletismo que había en el estadio Manuel Murillo Toro
antes de llevarse a cabo los Juegos Nacionales de 2016 en Ibagué.
“De las últimas cosas
que hicimos con él fue trazar la pista, esa zona del traslado que hay en el
estadio con motivo de la remodelación del escenario. Allí trazamos una pista
provisional con pintura sobre esa grama sintética. De las últimas labores que
nos ayudó a hacer fue esa. Nos ayudó a trazar y a pintar los carrilles”,
indicó.
De igual manera,
Barragán indicó que luego del atentado, el legado de Hallam será exaltado como
ejemplo de dedicación y esfuerzo, tanto deportivo como personal. “Los niños que
se están formando tienen que saber de él. Vamos a hacer su biografía deportiva.
Le voy a proponer a la Federación Colombiana de Atletismo que el evento
nacional de menores que tenemos en agosto en Ibagué para inaugurar nuestro
estadio de atletismo, lleve el nombre de Hallam Bayona”.
De hecho, esa será, como
dice el entrenador del atleta tolimense, la respuesta de la liga y el deporte
tolimense, a lo sucedido en Bogotá, además de entregárle "estos excelentes
muchachos” al país, en lugar de intimidarse y dejarse llevar por la melancolía
que embarga a la sociedad colombiana.
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