La contraloría
General de la República ya había advertido sobre graves fallas en el control de
los pozos abandonados por Ecopetrol.
En una auditoría
realizada a Ecopetrol en el 2016, se había advertido sobre estas
irregularidades y en donde se trató el hallazgo No.69 Abandono de Pozos, en el
cual se hace referencia al área Lisama-Nutria donde se encuentra la emergencia
ambiental por el pozo 158.
Añade que el hallazgo
fue impulsado por la Gerencia Santander quien realizó verificación del proyecto
de inversión para dicho campo.
El informe establece
que los pozos señalados en el programa de explotación vigencia 2015 enviado a
la ANH, sobre los convenios firmados con ella, pese a que la normatividad en la
materia señala que los mismos deberían ser taponados y desmantelados
inmediatamente. Lo anterior se evidencia en los siguientes hechos:
• Convenio
Lisama-Nutria: 5 pozos en la vigencia 2015: Lisama 108, Lisama 156, Lisama 147,
Lisama 25 y Peroles 13 programados y no abandonados. Además, Ecopetrol S.A. no
señaló el plan de abandono para los pozos del campo Guariquíes, estando estos
inactivos desde el 2014.
• Convenio Magdalena
Medio - Activo Llanito: Pese a que el campo San Silvestre se encuentra en
proceso de abandono, debido a su estado avanzado de agotamiento, no quedó programado
para abandono en 2015 ni 2016.
• Convenio Magdalena
Medio - Activos GRI (Casabe y Yariguí - Cantagallo): se programó abandono de 15
pozos y re-abandono de 20, recuperación ambiental de 10 piscinas y 20
locaciones.
No obstante, solo se
abandonaron integralmente 4 pozos, se re-abandonaron 4, y no se realizaron
recuperaciones ambientales de piscinas y locaciones durante el 2015.
Lo anterior, denota
falencias en la planeación y gestión de los abandonos de pozos, actividad
imprescindible para la conservación ambiental, así como
Deficiencias en la
programación de los recursos financieros de corto plazo para tal propósito,
puesto que en la mayoría de los casos, Ecopetrol S.A. argumenta la falta de
presupuesto para el cumplimiento de estas actividades.
Sin embargo, en el
entendido que las mismas habían sido previamente planeadas, así también
debieron estar dispuestos los recursos para llevarlo a cabo, máxime que se
contaba con provisión contable suficiente, cuyo propósito consiste en
garantizar que la industria petrolera resarza los daños causados en su entorno;
situación que conlleva a generar un riesgo medioambiental por eventuales
invasiones de fluidos en superficie o manifestaciones de hidrocarburo en las
zonas donde se encuentran ubicados los pozos a abandonar, así como la falta de
regeneración de las áreas degradadas con las operaciones petroleras y
consecuentemente posibles sanciones por la autoridad competente.
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