Por: María Paula Rubiano – Periodista Blog El Río y El Espectador.
Luis Carlos Cifuentes
es un artista plástico que ha construido su carrera explorando materiales no
convencionales para hacer su obra. Su más reciente trabajo es una protesta por
la lentitud de las autoridades para detener el derrame de crudo en Barrancabermeja.
El artista Luis
Carlos Cifuentes compartió esta imagen con el caption “Y la iguana tomaba café,
pero ahora toma petróleo”. Técnica: petróleo crudo sobre acrílico.
Ya se completan 26
días de emergencia ambiental en La Fortuna, corregimiento de Barrancabermeja,
donde el pasado 2 de marzo al parecer hubo un incremento de presión inesperado
que causó un derrame de petróleo en el pozo Lizama 158 de Ecopetrol. La
catástrofe, que muchos han dicho no tiene antecedentes en el país, ya contaminó
30 kilómetros de las aguas de caño muerto, la quebrada La Lizama y el río Sogamoso.
Las protestas de los
colombianos no se han hecho esperar: ya hay una petición en el sitio Avahas
pidiendo explicaciones al Ministerio de Ambiente, y el pasado lunes,
ciudadanos, artistas y activistas se vieron al frente de esa entidad para hacer
sentir su voz. En redes, la respuesta no se ha quedado corta. Y fue
precisamente allí donde el artista Luis Carlos Cifuentes decidió hacer su
protesta como mejor sabe hacerlo: pintando.
En un corto video que
compartió en su cuenta de Twitter (donde tiene 37.400 seguidores), Cifuentes
pinta una iguana –el símbolo de Ecopetrol y una de las especies afectadas por
el derrame– con petróleo.
“Yo soy santandereano
y allá siempre hemos conocido sobre la
explotación petrolera en Barrancabermeja. Me pareció que era el momento de
hacer una denuncia desde el arte y encontré esa manera de hacerlo: usar el
mismo material con el que se está contaminando a la naturaleza para hacerle un
pequeño homenaje a la fauna nuestra”, dice a través del teléfono.
Esta no es la primera
vez que Cifuentes usa materiales no convencionales para hacer su obra. Hace dos
años, por ejemplo, sorprendió al país con una serie de retratos hechos con comida.
A Juan Manuel Santos lo pintó con mermelada, a Nicolás Maduro con harina pan.
Hace un año, pinto los rostros de Gustavo Rojas Pinilla, Samuel e Iván Moreno
con una base de asfalto sobre mapas de Bogotá.
Para él, el mensaje
de una obra va mucho más allá de lo que se retrata: los materiales hablan por
sí mismos.
No es la primera vez
que a Cifuentes se le ocurre hablar sobre las implicaciones que tiene la
explotación petrolera en el país. Para él, la forma como se manejaron (y aun
todavía) la plata de las regalías es un tema que debe ser evaluado.
“Durante tantos años
no nos hemos preguntado qué se hace con la plata que nos llega por explotar
esos recursos”, dice. Cita el caso de Floridablanca, en su natal Santander.
Allí, con las regalías se construyó un “eco parqué” llamado El Santísimo, un
proyecto turístico cuya atracción principal es un Cristo de 33 metros de
altura, con ascensores para subir a la cúspide, hotel, zoológico, alameda y un
teleférico de 1,3 kilómetros.
“En eso se gastaron
$60.000 millones Es absurdo que la lógica sea destruir la naturaleza de ese
cerro para hacer una escultura inmensa de plástico, que, a todas estas, también
es petróleo”, añade.
Por ahora, el artista
está trabajando una serie que le rinde homenaje a la fauna colombiana, y a la
naturaleza que está siendo destruida a un ritmo acelerado. “Quiero hacer esta
serie además para crear consciencia de qué es lo que estamos haciendo con nuestros
recursos”, dice. La iguana de petróleo hará parte de esta serie.
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