No todo fue alegría
después del rescate de los doce niños y el tutor rescatados de la cueva Tham
Luang (Tailandia), tras haber estado más de quince días en su interior. La
dolorosa noticia que recibió el médico australiano Richard Harris empañó parte
de la celebración en ese país.
El rescatista
australiano, anestesista y explorador de cuevas subacuáticas, fue quien dio luz
verde para que se iniciara la operación de rescate que terminó con éxito este
martes.
Al salir de la cueva
donde constantemente revisó el estado de salud de los menores y su profesor, a
Richard Harris le fue informado que su padre había fallecido.
"Con gran tristeza
confirmo que el padre de Harry falleció anoche poco tiempo después de la
exitosa operación de rescate en Tailandia", dijo su jefe y director
clínico de MedSTAR, Andrew Pearce.
De acuerdo a Pearce,
el galeno Harris está claramente afectado tanto por las dolencias físicas que
demandó el rescate del equipo de fútbol
'Jabalíes Salvajes', y emocionalmente por tan triste noticia familiar.
"He hablado con
Harry. Este es claramente un momento de dolor para la familia Harris,
magnificado por las demandas físicas y emocionales de ser parte de la operación
de rescate altamente compleja y exitosa de esta semana. Llegará a casa pronto y
se tomará un tiempo libre bien ganado para estar con su familia", agregó
el director clínico de MedSTAR.
Al parecer, Richard
Harris fue una de las últimas personas en salir de la cueva Tham Luang. El
gobierno australiano aseguró que Tailandia le solicitó muy especialmente la
ayuda al doctor, teniendo en cuenta sus 30 años de experiencia en buceo en
cuevas, sumado a su trabajo en recuperación médica con el servicio MedSTAR de
Australia del Sur.
Como dato anecdótico,
en 2011 Richard Harris rescató el cuerpo de su amiga Agnes Milowka. A la mujer
se le terminó el oxígeno mientras adelantaba una expedición al sur de
Australia.
En cuanto a la salud
de los menores rescatados se ha indicado que algunos presentan cuadros leves de
neumonía, pero ninguno registra problemas graves de salud.
Cabe recordar que los
doce menores junto a su entrenador se
internaron en la cueva Tham Luang durante una excursión el 23 de junio tras
completar un entrenamiento de fútbol. De un momento a otro una súbita tormenta inundó
la caverna.
Debido a ello, y
luego que la madre de uno de los menores alertara que su hijo no regresaba,
empezó el rescate el domingo pasado que finalmente fue un éxito.
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