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jueves, 9 de agosto de 2018

¿SE DEBERÍA LEGALIZAR EL ABORTO?, EN COLOMBIA SIGUE EL DEBATE



¿Se debería legalizar el aborto en Colombia?, esa es ahora la pregunta de miles de colombianas y colombianos luego de que en Argentina el Senado rechazara la legalización.
En Colombia el tema genera divisiones. Por un lado están las feministas que piden que se abra el debate y por el otro quienes creen que los tres casos legales en Colombia son suficientes o que nunca debieron permitirse.
En el 2006, la Corte Constitucional despenalizó el aborto en el país en tres circunstancias concretas: cuando la continuación del embarazo constituya un peligro para la vida o salud de la mujer; cuando la vida del feto sea inviable por cuenta de una grave malformación y cuando el embarazo sea producto de una violación sexual, de inseminación artificial o transferencia de óvulo no consentidas, o de incesto.
La Organización Mundial de la Salud, OMS, indica en uno de sus más recientes informes que anualmente en el mundo se producen 56 millones de abortos, de los cuales 22 millones son peligrosos.  Tan solo en un año murieron 47.000 mujeres a causa de abortos riesgosos.
Según Profamilia, en Colombia se presentan más de 398.000 abortos clandestinos al año y legalmente, según el Gobierno Nacional, se practican alrededor de 55.000 mil anuales.
Norma Bermúdez (N.B.), activista feminista y docente universitaria, quien está a favor del aborto y  Yudy Giraldo (Y.G.), coordinadora de la plataforma ciudadana Unidos por la Vida, quien está en contra, fueron invitadas a debatir sobre el tema. Estas son sus apreciaciones.
Para Norma Bermúdez, sí debería legalizarse  el aborto, pues es una práctica tan común que es un asunto de salud pública, “por eso los estados deben hablar de legalizarlos porque se calcula que más 400.000 mujeres al año abortan, prohibirlo lo que hace es meterlas al mercado clandestino con prácticas inseguras, muchas en su desesperación se meten objetos en la vagina y se hacen daño y hacen lo que sea para interrumpirlo. La prohibición lo que hace es poner en riesgo a jóvenes y a pobres que son las que más mueren”.
Yudy Giraldo, dice que no, y afirma que los tres casos de legalización del aborto en Colombia “son una excusa, pues el 95 % de los casos son bajo el argumento de causa materna, por ejemplo dicen que tienen estrés grande entonces abortan, y eso es una alcahuetería con las mujeres, se va volviendo como un método anticonceptivo”.
N.B: "Quienes están contra el aborto ubican la discusión en el campo moral cuando debe ir más allá. Yo también me considero pro vida, porque estamos a favor de la vida digna, con autonomía, estamos a favor de la maternidad social, de que la vida sea deseada, querida y protegida. Queremos que los hijos sean amados y no como pasa ahora que hay muchos embarazos no deseados y por eso tenemos en contra todo".
Y.G: "Nosotros somos pro vida porque estamos a favor de salvar la vida de la mujer y del bebé. En nuestros centros de apoyo les mostramos a las mujeres que cuando una mujer aborta los niños salen descuartizados y quemados. Les abrimos una herida, metemos el dedo en la llaga para empezar a ayudarles y para que no lo hagan, porque quienes lo han hecho, esa fecha no se les olvida, deben aceptar su error y perdonar todo lo que se hizo a ella misma y al bebé".

N.B: "Nadie debe obligar a alguien a abortar así como nadie debe obligar a alguien parir y a criar si su conciencia le dice lo contrario. Dicen que a la mujer le queda en la conciencia y que tiene remordimiento, yo creo que es un asunto de la cultura, muchas mujeres que han abortado les ha significado la posibilidad de conocerse más, incluso un sentimiento de liberación energética, porque tiene la posibilidad de decidir que ese no es el momento, hacerlo y no quedar con el trauma, es un acto de amor, los hijos deben llegar porque lo desean, porque hay amor,tiempo y recursos y por eso no estamos condenadas al infierno".
Y.G: "En nuestros centros de apoyo hemos encontrado que quedan con un trauma grande, muchas se han intentado tirar a un carro después de hacerlo, además porque los hombres también sufre el trauma del aborto y muchos no saben eso porque las mujeres son egoístas y eso ha provocado un declive de personas. Es muy triste ver a las mujeres con el trauma que eso les deja, porque es algo dolorosísimo que no se arranca de su vida y de su corazón, las marca de por vida, así no lo quieran aceptar, tienen depresiones horribles se vuelven adictas a alguna droga y tienen desórdenes alimenticios".
N.B: "Necesitamos una anticoncepción con perspectiva de género que haya también para hombres, necesitamos que sea el aborto sea un derecho y que se garantice la seguridad, que haya educación sexual desde la infancia, que sea un asunto del Estado y de salud pública".
Y.G: "Lo que pasó en Argentina fue fruto de un lobby abortista que se ha implantado en América Latina. Somos pocos los que ayudamos y trabajamos con las uñas para ayudar a las mujeres. Hay que seguir trabajando para no permitir que a las mujeres les cambien y el chip y aborten".
En el 2006 en un momento de angustia cuando Camila* tenía 22 años se tomó una pasta sin acompañamiento médico y eso casi le quita la vida.
“Me dieron unos cólicos impresionantes, una hemorragia espantosa que no paraba y se formó un charco de sangre como si me hubiesen pegado 30 puñaladas”, cuenta ella. Con su madre fueron a una clínica al sur de Cali, allí se desmayó y la atendieron de inmediato. “¡Ella abortó!”, dijo el médico, quien luego le hizo un legrado.
“Yo en ese momento de mi vida no estaba preparada ni dispuesta a tener un hijo y no me arrepiento de esa decisión. Cuando lo desee lo tuve y ya tiene cinco años”, cuenta Camila quien ahora tiene 34 años.
Camila desea que el aborto sea legal y seguro en Colombia y lamenta la decisión del Senado argentino. “Cuando sea ley eso va evitar que muchas mueran en la clandestinidad, así debería ser en todas partes”.
Por otro lado está Marcela* quien a inicios de los años 80, a sus 16 años, quedó embarazada y ante el rechazo de su novio decidió abortar. Se inyectó un medicamento de forma clandestina. “Tuve dolores terribles toda la noche, fue muy traumático, me sentía culpable, sucia y cargue 30 años con ese dolor”, expresa.
“Me arrepiento toda la vida de haber abortado, si tuviese la oportunidad de volver a esa época no lo haría, yo cuento mucho mi proceso y mi dolor, porque uno se siente con impotencia, imaginate el dolor tan grande que uno le causa a una criatura. Yo le recomiendo a las mujeres que no lo hagan, lo más maravilloso es tener un hijo, acariciarlo”, reitera Marcela.
Camila asegura que hay mucha resistencia e hipocresía, pues “en todas partes ayudan a cualquier mujer a abortar, en una clínica, en una droguería, hay yerbas, hay cualquier cantidad de cosas, te dan lo que sea, y podes tomarte un menjurje, un medicamento y cualquiera puede morir, porque no hay información de ningún tipo, están culpabilizando, diciendo que le van a quitar la vida a alguien cuando eso no es así, pero es mi cuerpo y uno decide sobre él”.



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