El ministro de
Medioambiente, Luis Gilberto Murillo, llegó a Socha Boyacá para establecer
diálogos con las comunidades de 13 municipios de Boyacá y uno de Cundinamarca
que sentirán el impacto del proyecto de la delimitación del Páramo de Pisba que
piensa formalizarse en los próximos meses.
ESTO DICEN LOS CAMPESINOS, MINEROS Y AGRICULTORES A QUIENES LES TOCARÍA LA DELIMITACIÓN:
“Hablo en
representación de las mujeres campesinas quienes no tenemos oportunidades de
empleo pero si de actividades agropecuarias o artesanales del producto de la
lana que sacamos de las ovejas que cuidamos en esa zona que llaman páramo, y
somos nosotros los campesinos los que hemos venido protegiendo nuestros propios
recursos hídricos, el oxígeno de este lugar, y nos preguntamos cuál es esa
responsabilidad que tiene el gobierno con los que vivimos en esos páramos,
porque somos nosotros los que estamos pretendiendo ese Páramo. Nosotros hemos
sido conscientes y no nos hemos expandido, sólo cultivamos lo que un documento
o una escritura nos dice que somos dueños”, explicó María Eugenia Castro, una
campesina de Socotá.
Fabio Cáceres, un
campesino de Gámeza mencionó que “exigimos que frenen las medidas arbitrarias
contra el campesino y el pequeño minero. Enséñennos a trabajar mejor para
proteger todos nuestros recursos hídricos, más no ejerzan medidas agresivas
contra nuestra cultura y nuestra economía. Queremos seguir concertando y no que
se nos genere un problema social”.
Por su parte, Néstor
Rojas, un pequeño agricultor expresó que “los municipios que conformamos el
complejo de Páramo estamos en la zozobra porque no sabemos qué va a pasar con
nuestros predios que tenemos en esa zona, con nuestros caminos, ¿nos los van a
mejorar para transitar dignamente?. Delimitemos, pero no nos desplacen, no nos
acosen ni persigan, delimitemos pero para cuidarlo mejor, porque podemos
convivir, estamos seguros con nuestros recursos naturales, el Páramo ya está
acostumbrado a nosotros como nosotros a él”.
Ante la preocupación
por supuestas expropiaciones que vendrían en medio de la delimitación, el
ministro Murillo fue enfático en darle un parte de tranquilidad en este aspecto
a las comunidades: “no es cierto que vayamos a expropiar para proteger el
Páramo, eso jamás va a pasar, porque respetaremos el área que tiene que
conservarse, pero más aún, la propiedad privada y la libertad de la gente, eso
es fundamental”.
El alto funcionario
también aseguró que se trata de un proceso para conservar los activos naturales
más no para que las delimitaciones de páramos generen conflictos... por eso se
espera que el congreso responda positivamente a la ley de páramos para que sea
más flexible con las comunidades que han basado su sustento en estas tierras,
sin afectar los ecosistemas, y siento una transformación productiva justa y sin
afán.
“Este gobierno
considera que la conservación de los activos culturales es un hecho cultural,
de ambiente y comunidad que tienen que ir de la mano de la equidad. La
conservación de los páramos tiene que hacerse con las comunidades”, sostuvo el
ministro Murillo.
Una mesa técnico
jurídica de campesinos boyacenses definirá la estrategia para que ese proyecto
de ley que está en trámite en el congreso Permita una salida diferencial a la
delimitación del Páramo de Pisba y otras delimitaciones en el país, y que
permita también garantizar fuentes de financiación para la transición que harán
las comunidades.
“Unas propuestas muy
concretas que le vamos a presentar al congreso de la republica a la comisión
quinta para que sean incorporadas en el proyecto de ley que ya va a pasar a
tercer debate en la comisión quinta y esperamos sea aprobado en esta
legislatura, algo que nos daría salidas para evitar un conflicto con la
ejecución del proyecto de delimitación de páramos”, indicó el ministro.
La próxima semana la
cita será en el Congreso de la República donde se expondrá las razones de las
comunidades para que la ley de páramos los proteja y tenga una mayor humanidad
en su aplicación.
La iniciativa, que se
viene trabajando desde hace aproximadamente dos años, está compuesta por 32
artículos orientados a construir las bases de una política pública en materia
de conservación de los ecosistemas de páramo y alta montaña, entendiendo la
integralidad de estos y su importancia por los servicios ecosistémicos que
prestan.
Con esta iniciativa
se pretende que la construcción de los programas y proyectos relacionados con
la sustitución y reconversión de las actividades prohibidas en los páramos se
realice con la participación activa de la comunidad paramuna, con criterios de
enfoque diferencial, transitorio, progresivo y generacional. Las fuentes de
financiación serán, entre otros, los Pagos por Servicios Ambientales, las
líneas especiales de crédito y la asistencia técnica y acompañamiento del
sector de agrícola, como la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (UPRA),
la Agencia Nacional de Desarrollo Rural (ADR), la Agencia Nacional de Tierras
(ANT) y las autoridades ambientales regionales.
“En este sentido las
comunidades contarán con el tiempo y los medios para adaptarse a esta nueva
realidad, para lo cual se deberán tener en cuenta los resultados de la
caracterización de los habitantes del páramo y así lograr una transición
gradual y diferenciada por tipo de actor”, explicó César Rey, director de
Bosques, Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos del Ministerio de Ambiente.
Las actividades
agrícolas de bajo impacto y ambientalmente sostenibles se deberán ceñir a los
lineamientos que para el efecto establezcan los ministerios de Agricultura y
Desarrollo Rural y Ambiente y Desarrollo Sostenible.
Otros de los temas
incluidos en el articulado del proyecto, tienen que ver con las condiciones
para la delimitación, fuentes de financiación y mecanismos de monitoreo,
evaluación, vigilancia y control que serán desarrollados por los habitantes
tradicionales, presentes en estos ecosistemas estratégicos y quiénes podrán
convertirse en gestores de páramos.
Se propone además que
los predios que se encuentran al interior de los páramos tengan incorporado el
valor de las áreas conservadas y de los servicios ecosistémicos como parte de
su avalúo catastral, con una metodología de valoración realizada por el
Instituto Geográfico Agustín Codazzi y la cartera ambiental.
De acuerdo con el
ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Luis Gilberto Murillo, este
proyecto de ley se convierte en una herramienta útil para avanzar en la
protección de los páramos y acude a un enfoque socio- ecosistémico e integral
que contempla, tanto la información técnica de la definición y delimitación de
estos ecosistemas, como la inclusión y participación de las comunidades
paramunas.
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