La selección masculina
noruega de balonmano, que disputa el Europeo de Zagreb, se ha visto sacudida
por las acusaciones de Nora Mork, estrella del equipo femenino, contra varios
jugadores por difundir supuestamente fotos suyas desnuda, que meses antes
habían sido robadas de su teléfono móvil.
Mork ha arremetido
contra el conjunto masculino y contra la Federación Noruega, a la que acusa de
encubrir el caso.
Le ha exigido disculpas
públicas y ha amenazado además con dejar la selección, con la que suma tres
oros europeos, uno mundial y una plata en Río 2016.
Sus acusaciones pueden
provocar un cisma en el balonmano noruego, potencia mundial en categoría
femenina y en auge en la masculina, con un cuarto puesto en el Europeo 2016 y
una sorprendente plata en el Mundial del año pasado.
Fue la propia Mork,
jugadora del Györi húngaro, de 26 años, quien reveló en noviembre entre
lágrimas en una entrevista al canal noruego TV2 que su móvil había sido
“hackeado” dos meses atrás y que fotos privadas suyas habían sido difundidas en
las redes sociales.
Recibió el apoyo
público de las principales instituciones del deporte noruego y de políticos,
incluida la primera ministra, Erna Solberg; y tras admitir un joven ser el
autor del delito, denunció luego a quince personas más por difundir las
imágenes.
Su bajo estado de ánimo
no le impidió brillar en el Mundial del mes pasado en Alemania, donde además de
lograr la plata, fue máxima goleadora y elegida en el siete ideal del torneo.
Cuando el caso parecía
olvidado, Mork concedió una entrevista el martes al diario VG en la que
aseguraba que sus compañeros habían compartido las fotos y criticaba a la
federación por encubrir el caso para no enturbiar la actuación del equipo
masculino, que justo ese día se jugaba el pase a la segunda ronda.
El presidente de la
federación, Kåre Geir Lio, negó haber tapado la historia y aseguró que lo que
único que sabía era que varios jugadores habían recibido las imágenes en sus
móviles y las habían borrado, que se había reunido varias veces con las partes
y que el lunes le había enviado una disculpa privada a la jugadora.
Pesos pesados del
equipo masculino reaccionaron con sorpresa, censurando el momento y el modo
elegidos para contar el caso y reiteraron que habían sido ellos los que
avisaron a la jugadora de que su teléfono había sido “hackeado”.
“Fue muy importante
para mí contarle que todo el equipo estaba de su lado y la apoyaba. Seguramente
estaba hundida entonces y lo sigue estando, pero creímos necesario que supiera
que no compartimos las fotos ni nos reímos de ella”, dijo el capitán del
equipo, Bjarte Myrhol, quien la llamó personalmente por teléfono.
Otra de las estrellas
noruegas, el central Sander Sagosen, confesó que el equipo estaba muy afectado
y aunque tenía “respeto total” por Mork, le afeó haber ofrecido una imagen
“injusta” de ellos.
“Salió a los medios a
decir que habíamos estado mirando las fotos y riéndonos de ella. Eso no es cierto.
Está claro que no te quedas con buenas sensaciones cuando el diario más grande
de Noruega dice en portada que has acosado a alguien sexualmente“, declaró
Sagosen.
Mork ha dicho no
entender cómo alguien puede considerar raro el momento elegido para difundir la
historia y sostiene que el caso debía haberse solucionado hace tiempo.
“Pido comprensión, no
he podido controlar los tiempos, soy prisionera de hombres de la cúpula del
deporte que no han ayudado. Son ellos los que no quieren darme una disculpa
pública y me han obligado a sacarlo a la luz“, afirmó Mork, a la que han
apoyado en una carta seis de sus compañeras.
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